Con Alas Como las Águilas – Cultivando la Confianza en la Atención de Dios
Isaías 40:21-31 y Marcos 1:29-39
Reflexionando sobre nuestro viaje transformador a través de la serie “Convirtiéndonos en el Pueblo de Dios”, hemos caminado junto a fieles seguidores en el Antiguo y Nuevo Testamento, guiados por la Luz divina que nos conforma como el pueblo de Dios. Este continuo viaje se marca por encuentros con Jesús en aguas bautismales, escucha atenta a la voz de Dios, respuesta a un llamado persistente para vivir el reino de Dios y participación en la discernimiento comunal dentro de nuestra propia comunidad.
Al pararnos en el umbral del último sermón, “Con Alas Como las Águilas”, nuestros corazones reconocen nuestra profunda necesidad y dependencia de Jesús. En Marcos 1:29-39, presenciamos el toque curativo y el ministerio compasivo de Jesús, estableciendo un ejemplo para nosotros mientras nos convertimos en el pueblo de Dios. Isaías 40:31 nos asegura que “pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas, volarán alto como las águilas”.
Hoy, al reunirnos en el nombre de Cristo, permitamos que la culminación de esta serie y la rica imaginería de las águilas en Isaías 40:31 nos inspiren. Nuestro último sermón nos insta a reconocer nuestra dependencia en el Señor, confiar en Su promesa de fuerza renovada y prepararnos para elevarnos a nuevas alturas con alas como las águilas.
- Reconociendo Nuestra Fatiga (Marcos 1:29-34): En el Evangelio de Marcos, presenciamos el ministerio compasivo de Jesús, quien sanó a los enfermos, expulsó demonios y brindó esperanza a los cansados. En nuestras vidas, a menudo nos encontramos exhaustos por las demandas diarias, cargados por nuestras luchas y necesitados de sanación. El pasaje nos recuerda que Jesús es consciente de nuestra fatiga y nos invita a llevar nuestras cargas ante Él.
La metáfora de “elevarse con alas como las águilas” es poderosa y simbólica en varios aspectos. Representa la promesa divina de que aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas.
- La Metáfora de las Águilas y la Fuerza Renovada: Las águilas son conocidas por su increíble capacidad para elevarse a grandes alturas. Sus alas están diseñadas no solo para volar sino para elevarse, superar los desafíos, obtener una perspectiva más amplia y aprovechar el poder de las corrientes de viento. De la misma manera, Dios nos invita a elevarnos por encima de nuestros desafíos poniendo nuestra esperanza y confianza en Él.
Joni Tada Comparte Su Historia: Consideremos la vida de Joni Eareckson Tada, quien enfrentó el desafiante problema de la cuadriplejia a una edad temprana. En sus limitaciones físicas, Joni descubrió una verdad profunda: sus alas no estaban definidas por sus circunstancias, sino por su confianza en el Señor. A pesar de los desafíos, Joni se elevó a grandes alturas, no en términos físicos, sino en la fuerza de su espíritu y el impacto de su ministerio.
III. La Promesa Divina de Fuerza Renovada (Isaías 40:31): Las palabras de Isaías resuenan con una promesa divina, una promesa que se refleja en la vida de Joni. “Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán alto como las águilas”. Esto no es simplemente elevarse físicamente, sino una elevación espiritual y emocional por encima de las dificultades de la vida.
Reflexión: En nuestra fatiga, Dios nos extiende una invitación a esperar en Él. Al poner nuestra confianza en el Señor, Él provee una fuente de fuerza que trasciende nuestras circunstancias. Así como las águilas se elevan por encima de las tormentas, Dios nos capacita para superar los desafíos, obteniendo una perspectiva que solo proviene de confiar en Sus promesas.
Considera esto en tu propia vida. En medio de las tormentas de la vida, ¿siempre confías en el Señor? ¿Has experimentado elevarte como un águila, navegando a través de desafíos con resiliencia y fe, al igual que Joni?
Hoy, si te encuentras en medio de un tumulto o tormenta, escucha las BUENAS NOTICIAS de Dios. Él te está diciendo: “Pon tu esperanza en el Señor, quien renovará tu fuerza. Volarás con alas como las águilas; correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás”. Acepta esta promesa, porque la fuerza de Dios es más grande que cualquier tormenta que puedas enfrentar.
Al reflexionar sobre la historia de Joni y la promesa encontrada en Isaías, recordemos que la invitación de Dios a confiar en Él está siempre presente. Ya sea en tiempos de calma o turbulencia, que encontremos consuelo y fuerza en el Señor, elevándonos con alas de resiliencia y fe inquebrantable. Amén.
Oración.
Padre celestial, al concluir nuestro tiempo de reflexión, te agradecemos por la promesa de que aquellos que esperan en Ti renovarán sus fuerzas y se elevarán con alas como las águilas.
Señor, en nuestra fatiga, que encontremos consuelo en Tu amor compasivo y el ejemplo de Jesús, nuestro sanador y fuente de esperanza.
Inspíranos, como Joni Eareckson Tada, a confiar en Tus promesas, elevarnos por encima de nuestras circunstancias y extender nuestras alas de compasión a aquellos en necesidad.
Al salir de este lugar, haznos conscientes de las necesidades a nuestro alrededor. Concédenos la gracia de compartir nuestras luchas y apoyar a aquellos en necesidad, reflejando Tu amor y fortaleza. Gracias por el poder renovador de Cristo. En Su nombre, oramos. Amén.
La Rvda. Noemi Meza